El blog Monkey Sounds tiene el placer de dar a conocer la tercera referencia del sello Lemuria Music: “Lady Alien”, la última creación del dúo Las Transgénicas + Villa-Toro… espeluznante y atractivo, todo al mismo tiempo. Pablo Lacárcel (Lemuria Music) es el responsable directo de esta criatura musical, compuesta por doce temas, y el que me facilitó este objeto de culto. La verdad es que cuando lo pinché por primera vez tenía algo de miedo: no sabía a qué me iba a enfrentar; pero ver que el nombre de Antonio Villa-Toro figurara en la portada era una garantía de ser un disco merecedor de ser colocado en los estantes de cualquier buena discoteca que se precie.
Bueno, y no sólo por haber sido producido por Villa-Toro (quien también trabajara con el icono ochenteno Tino Casal) se merece este puesto de honor en nuestras colecciones particulares, sino también por contar con colaboraciones de excepción como Fabio McNamara (que interviene en la grabación del tema «Drácula») o Nacho Canut (Kaka de Luxe, Alaska y los Pegamoides, Alaska y Dinarama, Fangoria), entre otros.
El disco abre con un rompedor sonido que proviene del tema que da título al álbum: “Lady Alien”, la historia de un ser oscuro, peligroso, que siembra el caos allá por donde pasa y donde las voces de Violeta y Natalia, con cierto tenebrismo y un lejano recuerdo al post-punk de los 80, anuncian su llegada, que se materializa en el sonido que sale de los altavoces del stereo.
A la ansiosa llegada de Lady Alien le sigue el corte titulado “Las asesinas de perros”, que comienza con la pegadiza estrofa del himno ramoniano “Blitzkrieg bop”. Combina una letra que habla de perros endemoniados, que se conjuga a la perfección con un plano musical dinámico que invita a moverse y a coger más odio, aún si cabe, a los vecinos asquerosos que en innumerables ocasiones hemos tenido que aguantar (y aguantamos).
Si hay que destacar un single de este compendio de aberraciones irresistibles es el que lleva por título “Su Santidad”, un tema integrado en la línea oscura que predomina en todo el disco, donde se cuela en off la voz del Papa saludando a las masas arengadas en alguno de sus encuentros multitudinarios, con otras frases que recuerdan los peores temas de nuestra historia reciente, como “Soy una rumbera”, todo ello acompañado con riffs esporádicos, agudos y pesados de guitarra y los chorros de voz de Natalia Rico. Este tema destaca por su contundencia instrumental, letra provocadora y, sobre todo, por su estrofa final, formada por tres palabras que hacen referencia a uno de los mejores grupos que nuestro país ha dado: Parálisis Permanente y su celebérrimo corte “Quiero ser santa”. Un homenaje sui generis al malogrado Eduardo Benavente, líder vocalista de la banda, que perdió la vida a la temprana edad de 20 años, en un trágico accidente de tráfico en el año 1983, a la vuelta de un concierto que ofrecieron el León.
En cuanto al resto del disco, hay que destacar la diversidad de estilos que se desarrollan a lo largo de sus doce pistas, donde conviven temas melódicos e instrumentalmente elaborados, con otros más electrónicos y donde las voces susurran, aúllan y gimen más que cantan. Por cierto, destaco el espectacular cover de “El vals de la muerte”, original del vocalista judío Leonard Cohen, quien se inspirara en el poema de Federico García Lorca titulado “Pequeño vals vienés” para su composición.
Sin duda, se trata de un disco que va a causar sensación en el panorama musical estatal independiente, obra del perfecto dúo formado por una morena y una rubia (como reza el famoso chotis): Violeta Cúneo y Natalia Rico, “unas auténticas cangrejas marranas” –como las definió Jesús Ordovás, creadoras un nuevo género: “música pocha”. Dos personalidades inseparables y que forman el ingrediente perfecto para elaborar proyectos tan rompedores como este Lady Alien.
Nacho Álvaro